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Entrevistita a Rodrigo Rufino

By jpe 7 ans ago

Gz- ¿Qué te cansa en el medio del Tango?

RR- En general no me quejo, hago la mía y trato de disfrutar lo que hay.

Pero ya que preguntan… Disiento con los que viven el tango « solamente » como un ritmo bailable o una danza. Es notable sobre todo cuando estamos lejos de Buenos Aires : mucha gente en la milonga sólo quiere bailar y bailar, y no le importa más que eso. Para mí, no entendieron.

Me cansan los que utilizan al tango para « ser alguien ».

Me cansa que la música en la milonga a veces pueda ser tan mala. Ponen esos temas viejísimos y deprimentes, que no trascendieron porque son mediocres o grabaciones nuevas no pisteras en lugar de deleitarnos con los tangazos de la mejor época del tango.

Gz- ¿Dónde y con quién descubriste el tango?

RR- Creo que si venís de Buenos Aires, al tango no lo descubrís… se te va develando de a poco. En la radio, en los viejos vinilos de los abuelos, en la foto de Gardel o Discépolo en los bares, en la melodía que alguien pasa silbando en la calle, en las frases cargadas de experiencia y lunfardo que se tiran entre amigos, en el fútbol, en los programas de televisión con los que te castigaban de chico : Grandes valores, La noche con amigos, la Botica del ángel. Después lo elegís o no lo elegís como modo de andar.

Empecé bailando en el barrio, como muchos, hace unos veinte años. Tuve que hacer de babysitter de mi hermanita Rebeca durante las clases de tango que mis viejos tomaban para rescatar el amor de la pareja. Finalmente ellos encontraron el amor en otros brazos y se separaron. Yo encontré una adoración incondicional por el tango, además de muchos amigos, familia, a Gisela, tantas noches inolvidables y mañanas imposibles por las que, entre otras cosas, largué la facultad…

En general todos nombramos a los maestros que los demás reconocen, seguramente para que puedan identificar de qué escuela venimos. Pero en realidad, en este largo camino uno se va encontrando con milongueros y maestros ocultos y no mediáticos que te dan una mano. Además de Juan Carlos, Pepito, Rodolfo , Nito y Miguel, tuve la suerte de conocer a tangueros como Alejandro Montini, Eduardo Tapia o Teté hace muchos años, Julio, Ricardo Calvo recientemente y sobre todo Silvio Lavia, que con sus palabras de verdadero Maestro me devolvió las ganas de bailar cuando las había perdido.

Gz- ¿El futuro del tango, según vos, por dónde pasa?

RR- El futuro del tango pasa por la milonga, bastión del encuentro tanguero. Por sublimar este espacio con los buenos valores y filtrando las tradiciones que sirven, sin estupidez. El futuro del tango pasa por que haya cada vez más jóvenes que sepan de tango. No me gusta la gilada, la ignorancia, la intolerancia, el dogmatismo o la falta de respeto.

Gz- Un buen recuerdo y un mal recuerdo

RR- Un buen recuerdo : Todo lo vivido, escuchado, leído, cantado, bailado, tarareado y compartido en veinte años de amor por el tango.
malos recuerdos no tengo; si momentos de tristeza por la desaparición de personas queridas que el tango me permitió conocer.

Gz- ¿3 tangos / 3 orquestas / 3 bailarines ?

RR- Hoy diría :
cuatro lineas para el cielo
el ultimo farol
bien pulenta

Para orquestas, Troilo y D’Arienzo. Pero yo soy mas bien « hincha » de los cantores: Marino, Goyeneche, Rufino… « Carlitos »…
Me gustan las « parejas » de tango. Osvaldo y Lorena, Miguel y Milena, Roberto y Vanina, Julio y Corina…

Gz- ¿Cuál es la mejor manera de terminar una milonga ?

a) con los pies doloridos de tanto bailar. 
b) buscando un after.
c) desayunando.
d) con alguien
e) otra, precisar :

RR- « tomando un café » 😉

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