GZ – Que te cansa en el medio del tango?
Trato de no pensar en lo que me podría llegar a cansar, si no me vuelvo loca. Evito todo tipo de charla acerca de que es el tango, cómo debería ser el tango, que está bien o que está mal en el tango. Siempre es fácil criticar a un ambiente o a “la gente”. Prefiero ocuparme de comportarme de tal manera que no aporto a que el ambiente sea cansador.
GZ – Donde y con quien descubriste el Tango?
Mi mama baila tango, desde que yo tenía cuatro años me llevaba a todas las clases y milongas en Suiza, dónde crecí. Pero no lo descubrí en este momento, ya que ahí me interesaba todo menos el Tango.
A los 18 me fui a Argentina, en realidad me quería ir para el norte, pero me atrapó Buenos Aires con su encantador vida loca. Vivía en una casa compartida dónde todos bailaban. Era lógico, ya que mi mamá me consiguió este lugar. Me enganché con el baile de un día para el otro, me dio vuelta mi vida y acá estoy, 8 años después, aún encantada con la fuerza de este baile tan hermoso.
GZ – El futuro del tango, según vos por donde pasa?
La cultura se reproduce y evoluciona en función de sus integrantes. Mientras haya gente con dedicación y con una visión, el futuro del Tango no está en peligro.
GZ – Un buen recuerdo un mal recuerdo?
Un mal recuerdo: La única vez que se me ocurrió sacar a un hombre para bailar, que encima era un conocido, me contestó: “Cuando yo tenga ganas de bailar con vos, te saco yo.” Ni estoy en desacuerdo con él, y nunca más saqué a nadie. Pero dolió.
Un buen recuerdo: La primera vez que bailé con mi compañero, en Sunderland. Encontré inesperadamente mi abrazo favorito.
GZ – 3 tango , 3 orquestas, 3 bailarines?
Tangos: Y todavía te quiero. Ríe Payaso. Café para dos.
Orquestas: D’Arienzo, Troilo, Pugliese.
Bailarines: Natalia Hills, Alejandra Gutty, Guillermina Quiroga
GZ – Cual es la mejor Manera de terminar una milonga?
Sin quedarse con las ganas de bailar.